- Elementos básicos: además de tener un página web con un buen diseño, usabilidad y accesibilidad, toda tienda online debe de incluir un catálogo (con productos y precios ordenados por categorías), carrito de compras, promociones, motor de búsqueda, medios de pago, área de usuario, e información corporativa.
- Promoción en internet: hoy en día existen promociones en buscadores, redes sociales y están comenzando a desarrollarse las promociones en dispositivos móviles. Los costes del marketing online son mucho menores a los del tradicional, y además se puede decidir cuánto gastar y el nivel de impacto que se desea. En en posicionamiento en buscadores, es fundamental aparecer dentro de las primeras posiciones de los resultados porque el internauta suele pinchar sólo en los tres o cuatro primeros resultados de búsqueda.
- Aspecto legales: tanto las tiendas online como las físicas cuentan con las mismas obligaciones legales. El consumidor tiene el derecho a solicitar la garantía o devolución de un producto, independientemente del canal usado para efectuar la compra.
- Creación y operación: normalmente las pequeñas empresas no crean plataformas personalizadas. Pero de todas formas el proceso y gestión de los pedidos, logística y almacenamiento, y gestión de los medios de pago son los verdaderos puntos críticos. Los plazos de entrega deben ser especialmente respetados para lograr la satisfacción de los clientes.
- Fidelización del cliente: fidelizar al cliente es clave porque así comprará con mayor frecuencia y además promocionará los productos entre su círculo social. Para fidelizar al cliente la mejor herramienta es la base de datos con el historial de compra del consumidor que permitirá enviar información oportuna de promociones e incluso creando un club de clientes VIP con promociones exclusivas y envío de sugerencias.
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